A sus escasos 20 años les encantaba salir a explorar barrancos en busca de aventuras y
misterios de cosas interesantes. Fue así
como una mañana caminaron durante 3 horas y ya cansador decidieron sentarse en
la cima de un cerro, estaban conversando alegremente cuando de repente Zacarías
se quedó en silencio y con la boca abierta, el viento soplo repentinamente
levantando una pequeña nube de polvo y helándole los huesos de Daniel. Con
curiosidad, levanto su cabeza y apunto la vista hacia donde miraba su amigo, de
repente lo vio. Era chiquito y arrugado, estaba sentado en una mesa con sillas
de piedra. Zacarías y Daniel se miraron asustados, pero son solo aquella miraba
comprendieron lo que el otro estaba pensando.
Más tarde, aparecieron 3 hombrecitos más y se sentaron
en las sillas vacías, parecía que
discutían por alguna razón muy extraña que despertó la incertidumbre de los dos
amigos. Entonces, zacarias alcanzo a oír parte de aquella discusión, pero lo
que hoyo lo dejo completamente pasmado. Inmediatamente se paró y se dispuso a
irse de halli, ante la mirada confundida de su compañero siguió sus impulsos y
hecho a correr creyendo que Daniel lo seguiría pero este solo atino a voltearse
y seguir observando. Aun con la emoción en el corazón Zacarías decidió volver
para explicar lo que sucedía, pero de repente se quedaron petrificados al ver que uno de
aquellos hombrecitos se acercaba con paso apresurado hacia donde ellos se
encontraban. En su corazón latia una mezcla de miedo y curiosidad al no tener
certeza de que saldrían vivos de aquel lugar.
-este no es un bueno lugar para sentarse a descansar- su voz era ronca ,con un aire a misterio.
Pero, al mismo tiempo algo chillona y en cierto punto graciosa- mejor váyanse antes de que empiece
a llover.
Las palabras del pequeño hombre se hicieron realidad como si
su voz comtrolara la naturaleza. El cielo se nublo y empezó una lluvia
torrencial tan terrible que cuando salieron de si estupefacción, antes de que
pasaran 10 minutos Daniel y Zacarías estaban empapados. Una neblina cegardora
les cego el paso y caminaron por instinto por un rato.hasta que Daniel diviso
una luz del campamento de toquepala. Mientras se dirigían halli con paso
apresurado Daniel rompió el sielncio:
-¿pudiste
escuchar algo de lo que discutían?
- si,
pero este no es el momento ideal para contártelo.
- ¿es
algo malo? ¿Nos echaran una maldición?- dijo Daniel sarcásticamente
- mañana volveremos si o si –
respondió Zacarías con tono misterioso- es lo único que te dire por ahora.
Daniel, conocía desde que tenía memoria a su amigo por eso sabía
que cuando Zacarías negaba contarle algo tenía un plan en la mente tan
fantástico como lo eran sus aventuras imaginarias cuando eran niños. No podía
esperar más por que sea el día siguiente y volver.
Al llegar a casa ninguno de los dos pudo conciliar el sueño.
Zacarías no paraba de pensar en lo que escucho aquella misteriosa tarde y en la
aventura que le esperaba en aquel lugar. Daniel se desveló inventando mil y una
conversaciones y tuvo un extraño sueño en el que estaba en aquel lugar donde
paso la tarde, había una cueva y el entraba allí entonces miraba un enorme
tesoro de diamantes y oro justo cuando los iba a tocar se cayó de la cama,
maldijo eso como nunca lo había hecho.
Al volver al día siguiente todo estaba igual con la extraña
diferencia de que no estaban los hombrecitos, entonces pudieron acercarse. Una vez
allí vieron una especie de cueva y al voltear había otra a su derecha. Daniel aguardaba con curiosidad
a que su compañero se dirija allí y Zacarías que pensaba una y otra vez en lo
que escucho el día anterior, ansioso se dirigió a la entrada de la primera
cueva. Todo estaba oscuro y parecía no tener fin pero mientras más avanzaban un
pequeño punto al final se hacía cada vez más grande. Cuando estuvieron a punto
de llegar a lo que parecía el fin de esta misteriosa cueva Zacarías volteo a un
lado y observo una entrada distinta, creyendo que era lo que buscaba decidió ir hacia allí pero desapareció cuando intento
voltearse, por miedo a quedar en ridículo no le conto nada a Zacarías. Al
querer avanzar escucharon voces al final de la cueva y decidieron quedarse allí
hasta que se callen. Luego de un rato, temerosos aun salieron de la cueva por
la que no escogieron, o sea estaban en el mismo lugar.
Daniel advirtió a su amigo un nuevo descubrimiento, era una
tercera cueva. Juntos se acercaron, pero Zacarías que estaba ciego de ambición
empujo en el camino a Daniel que cayó sobre un cactus que se le clavo en el
brazo. Sin dudar un segundo Zacarías entro dentro de la cueva y avanzo sin
mirar atrás. Al poco rato Daniel lo alcanzo y en silencio avanzaron por la
cueva en espiral hasta que llegaron a un lugar en donde había muchos caminos
por escoger y decidieron seguir uno cada uno. La curiosidad de Daniel y la ambición que tenía Zacarías hizo que no
pensaran mejor las cosas.
Lo que paso después no les puedo contar pues eso ustedes se
lo tiene que imaginar solo puedo decir que uno logro sobrevivir después de 3 año pero por loco lo tomaron
cuando salió de allí. Un nombre le pusieron a ese lugar ‘los ojos de toquepala’
dicen que se llama pues hasta ahora guardan el secreto de personas que como
Daniel y Zacarías se aventuraron a entrar y nunca nadie encontró.