Era una noche fría y oscura. Caminaba sola perdida en mis
pensamientos, dejando volar mi imaginación con cosas que solo viven en la mente
a solas sonrisa y me contaba a mí misma mil historias que quizá nunca pasaron
de repente me di cuenta de que alguien estaba detrás de mí. Con muchísimo miedo
apresure mis pasos pero sentía que quien fuera que este persiguiéndome también
lo hacía, con el corazón en la garganta sin darme cuenta en que momento empecé
a correr pero no me di cuenta de que la vereda tenía una bajada y me fui de
frente con el suelo, entonces vi una sombra acercándose trate de levantarme
pero el miedo volvió torpes todos mis movimientos, cuando al fin logre pararme
pensé que ya era demasiado tarde creí que sería el fin de mi vida, millones de
cosas pasaron por mi mente porque la sombra que me perseguía había dejado de
serlo y se convirtió extrañamente en un
hombre que se me hacía extrañamente conocido cuando se me acerco lo reconocí.
Era el señor del internet en el que había estado minutos antes, me dijo que me
había olvidado mi USB y yo que aún estaba pasmada y algo confundida agradecí y
me despedí.